Tras casi ocho meses de confinamiento y con los resguardos sanitarios indicados por la autoridad, cinco niños y niñas de la escuela Domingo Santa María González retornaron a clases presenciales. Según la docente encargada, Tamara López Vega, los apoderados optaron por la medida para fortalecer el proceso de aprendizaje de sus hijos.
El equipo educativo habilitó un espacio para las clases en la cancha del liceo, donde se ubicaron las sillas con la distancia indicada por la normativa. Además, se instalaron lavamanos en el patio y se dispuso de alcohol gel en diversos sectores del establecimiento.
La educación pública no se detiene y dando continuidad a los desafíos planteados en la Ley que le dio vida, el Servicio Puerto Cordillera inició la preparación de docentes para ejecutar los Planes de Formación Ciudadana considerados y dirigidos a estudiantes de educación básica y media.
Los alumnos asisten tres días a la semana, desde las 09:00 hasta las 10:30 hrs y “una o dos veces a la semana una empresa educativa externa les realiza una jornada de contención emocional, donde nuestros estudiantes también se quedan acompañados por un docente”, explicó su director Patricio Abdala.
El establecimiento comenzó un proceso de retorno gradual, flexible y voluntario, con los resguardos sanitarios indicados por la autoridad y apoyados permanentemente por el Servicio Local de Educación Pública Puerto Cordillera.
En este contexto, gracias a su modelo educativo basado en la sana convivencia, la escuela Juan Pablo II ha conseguido que más del 85% de los estudiantes de primero básico ya hayan aprendido a leer, pese a no tener clases presenciales.
